PRIMER CHAKRA

PRIMER CHAKRA

CHAKRA RAÍZ - MULADHARA

Significado: En sánscrito Mula significa raíz, y Adhara soporte

Localización: Está ubicado en el perineo, en la base de la columna vertebral, entre el ano y los genitales. Está orientado verticalmente, al igual que el séptimo chakra, con el que forma un dipolo energético que conduce la energía de la Voluntad

Color: Rojo

Elemento: Asociado con el elemento Tierra

Reino: Mineral

Piedras: Rubí, jaspe, granate y coral rojo

Sentido: El olfato

Símbolo: El cuadrado

Nota musical: Re

Mantra: LAM

Frase que reconecta con esta energía: “Estoy aquí”

Yantra: Loto amarillo de cuatro pétalos, con un triángulo rojo invertido dentro de cuadrado

Este centro energético es el chakra de nuestro sustento y nuestra supervivencia. Es la energía que nos provee la sensación de tener las necesidades básicas satisfechas, del cuidado del cuerpo, de la estabilidad material y de la seguridad emocional; es decir, de aquello que nos da arraigo física y emocionalmente.

Apela directamente al mundo material. Así, es en este chakra donde exploramos todos aquellos asuntos referidos al dinero, la alimentación, el hogar, el cuerpo, los deseos materiales, etc.

En el cuerpo físico se relaciona con los intestinos, las piernas, los pies y la base de la columna. Regula el aparato digestivo inferior, los riñones, las glándulas suprarrenales, el sistema nervioso parasimpático, el pelo y las uñas. Es probable que necesites armonizarlo si tienes problemas de piel seca, eczemas, anemia, olor corporal, obesidad, dolores en la parte inferior de la espalda o dolores de menstruación. También tiene que ver con la frigidez, la impotencia, las enfermedades de la sangre, los problemas en los ovarios o el útero, los herpes y la inflamación de los tobillos.

Cuando el primer chakra está equilibrado rige el instinto de supervivencia, vitalidad, equilibrio mental, seguridad, autocontrol, serenidad, inocencia y altruismo. Es decir, el hecho de sentirse “a gusto” y de estar presentes en el aquí y el ahora. Te sientes con mucha energía para conseguir todo lo que te propongas, te sientes con voluntad para perseguir tus sueños y alcanzar tus metas, y sientes vitalidad y unas ganas increíbles de manifestar todo lo que deseas.

Si, por el contrario, no funciona correctamente, sentiremos un gran cansancio tanto físico como mental, nos quedaremos sin energía y nuestras ganas de vivir disminuirán, nos sentiremos malhumorados, la frustración se instalará en nosotros, aparecerán temores irracionales, síntomas de violencia y rabia. Estos sentimientos negativos pueden favorecer la aparición de enfermedades como la obesidad, ciática, cólicos renales, impotencia, diarreas, esterilidad, etc.

Indicios del primer chakra desequilibrado hacen referencia al concepto que tenemos del mundo material; así, tanto pensar en el mundo material como algo espantoso que es preferible no tocar, que hay que huir del materialismo porque nos hace ser mala persona, como convertirlo en el eje de nuestras vidas, en una de las cosas más importantes de este mundo, son síntomas del desequilibrio de este chakra.

Igualmente, tanto una persona que se despreocupa bastante de su cuerpo, no importándole su aspecto, como una persona preocupada excesivamente él, representan un primer chakra desequilibrado.

La visión que tenemos de la realidad nos puede indicar también un desequilibrio del primer chakra. Personas con un crudo realismo, que generalmente tienden al pesimismo, o personas demasiado idealistas, que fantasean demasiado, probablemente presenten un desequilibrio en este chakra.

Los enganches son una serie de conexiones entre unos seres humanos y otros. Hay enganches que pueden ser útiles, pero la mayoría son muy destructivos. En el caso del primer chakra existe enganche cuando alguien adopta la posición de que no puede vivir sin una persona. Entre unos padres y sus hijos esto no es problema, pero entre adultos sí que lo es, puesto que la persona que haya adoptado el papel de “no puedo vivir sin ti”, se está nutriendo de la energía del primer chakra de la persona a quien tiene enganchada.

Frases como “sin ti me moriría”, “sin tu ayuda no podría vivir”, etc., son claros indicativos de que hay un enganche al primer chakra, que hay que cortar.

Algunos ejercicios para equilibrar el primer chakra son:

• Observar durante unos instantes (no más de cinco minutos) una cartulina o hoja de color rojo brillante. Mientras se hace, debes prestar atención a cómo te sientes, si te viene algo a la mente, etc. Todo lo que ocurra se debe anotar para reflexionar después sobre los resultados.

• Coger una de las piedras correspondientes al primer chakra con la mano izquierda y cerrar la mano. Tomarse el tiempo necesario para visualizar cómo una energía roja brillante sale de la piedra y va recorriendo todo tu cuerpo hasta llegar a tu primer chakra. Una vez allí visualiza cómo va limpiando y desatascando todo lo que pueda estar obstruido o sucio. Al terminar observa cómo brilla tu primer chakra. Al acabar el ejercicio anotar en una libreta lo que has sentido, si ha sido difícil o fácil, si ha habido dolor o una extraña sensación, si te ha venido a la cabeza algún acontecimiento pasado, etc. Después reflexiona sobre ello.

• Pronunciar el mantra del primer chakra, LAM (que se pronunciará laaaaaaammmmmmm), cuantas veces se quiera al día, en un lugar relajado y sin interferencias externas, anotando igualmente todo lo que se va sintiendo o recordando cuando se hace.

• Oír música de sonidos de la naturaleza o música con carácter primitivo, con tambores y sonidos fuertes, como la africana. Anotar después cómo te has sentido o si te ha venido a la cabeza algún recuerdo.

• Repetir frecuentemente las siguientes afirmaciones: “Yo estoy dispuesto/a a soltar todos los miedos, preocupaciones y situaciones relacionados con el dinero, trabajo, seguridad y protección”. “Yo sé que estoy protegido/a y que todas mis necesidades están cubiertas en abundancia”.

• Realizar terapia con Reiki.

La activación natural del primer chakra se consigue gracias a una vida armoniosa, coherente, responsable y, en definitiva, comprometida con el crecimiento interior y el servicio desinteresado.