sábado, 18 de mayo de 2013

Mantén tu cuerpo alcalino


MANTÉN TU CUERPO ALCALINO Y MANTENDRÁS TU SALUD

     La mayoría de la comida que nos envuelve y a la que tenemos acceso tiene un efecto acidificante en nuestro cuerpo. Esto significa que tiene un efecto negativo, enfermante.

     Empezando por las bebidas: refrescos, bebidas gaseosas, alcohol, etc.; siguiendo por las panaderías: dulces y más dulces, trigo refinado en todo tipo de panes, bocadillos, pastas; pasando por las pizzas, la pasta, el arroz blanco, todo los tipos de carne, embutidos, etc. La gran mayoría de la comida que se nos ofrece en restaurantes, lugares de comida rápida, hamburgueserías,  etc., todo tiene un efecto acidificante y, por tanto,  enferma nuestro cuerpo.

     Los términos acidez y alcalinidad responden a la forma de clasificar la reacción de cualquier elemento. El grado de acidez o alcalinidad se mide a través de una escala llamada de pH (potencial de hidrógeno) que va de 0 (extremo ácido) a 14 (extremo alcalino), ubicándose en el centro (7) el valor neutro. O sea que entre 0 y 7 tenemos los valores de acidez y de 7 a 14 los de alcalinidad.

     Los 60 trillones de células que componen nuestro organismo necesitan alimentarse, eliminar residuos y renovarse constantemente. En este sentido, la sangre cumple dos funciones vitales: llevar a todas las células los materiales nutritivos que necesitan y retirar de ellas los residuos tóxicos y ácidos que se producen como resultado de la transformación de dichos nutrientes (metabolismo). Merced al proceso de respiración celular, las células reciben parte del oxígeno que necesitan para sus procesos vitales.

     A nivel celular se produce una especie de combustión interna, ya que se libera calor corporal. Los residuos que se originan en este proceso de combustión, son de naturaleza ácida y deben ser evacuados del organismo a través de las vías naturales de eliminación (riñones, intestino, piel y pulmones). Para cumplir adecuadamente esta tarea la sangre debe mantener un ligero nivel de alcalinidad. En una persona sana el pH de la sangre (la linfa, el líquido cefalorraquídeo, etc.) se ubica entre 7,40 y 7,45. Cuando se incrementa el nivel de acidez, debido a ciertos mecanismos de autorregulación, la sangre logra conservar este vital equilibrio. Lo hace a través del aporte de bases (álcalis) que neutralizan los ácidos. Por ello, para obtener un sano metabolismo celular, es preciso que junto al oxígeno, la sangre tenga un constante flujo de sustancias de naturaleza alcalina, a fin de poder neutralizar los ácidos.
En primera instancia la sangre obtiene estas bases de los alimentos. En caso de mayor necesidad -sea por exceso de ácidos o por carencias nutricionales de bases- puede recurrir a la reserva alcalina de huesos, dientes, tejidos. De este modo la sangre se convierte en un “ladrón” de la estructura orgánica, con el solo objetivo de restablecer el vital equilibrio ácido-básico. Así se pone en marcha el mecanismo de descalcificación y desmineralización. Estos mecanismos nos llevan al desgaste de huesos, degeneración de las articulaciones, cabello débil, lesiones en mucosas, afecciones en vías respiratorias...

     De esto se desprende que debemos ser cuidadosos en el aporte de alcalinizantes que realizamos a nuestro cuerpo a través de los alimentos que ingerimos, tratando de evitar alimentos y situaciones acidificantes. Un tiempo prolongado con el cuerpo acídico es lo mismo que la corrosión; éste corroería los tejidos, venas y arterias. Cuando el pH se vuelve acídico hay deficiencia de oxígeno, lo que provoca que se creen microformas anaeróbicas dañinas, las formaciones de gérmenes, hongos y virus.


     Los alimentos que consumimos se transforman en desechos acídicos y la importancia de expulsarlos a su debido tiempo es sumamente importante.

   La sobre-acidez interfiere con la vida misma, es principalmente la responsable de todas las enfermedades, incluyendo ataques cardíacos, envejecimiento prematuro y la obesidad.

     Nuestras células son levemente ácidas, pero están rodeadas de un fluido alcalino. La polaridad es esencial en la química o para el intercambio de energía pero ésta se dificulta con la acidez. Es una de las razones por que las personas pierden su energía.

    El pH acídico interfiere con la absorción de minerales por lo que la absorción del calcio será ineficiente. El exceso de acidez debilita todos nuestros sistemas y obliga al cuerpo a obtener los minerales no recibidos de los órganos vitales y huesos tratando de neutralizar la acidez.

    


Son muchos los síntomas que puede provocar el exceso de acidez, como:


ESTADO PSÍQUICO
  • Tristeza
  • Híper-emotividad
  • Tendencia a la depresión
  • Nerviosismo
  • Irritabilidad

CABEZA
  • Dolores de cabeza
  • Conjuntivitis
  • Palidez

BOCA
  • Saliva ácida
  • Encías inflamadas y sensibles
  • Alta irritación de las amígdalas y faringitis que conduce infecciones repetitivas de las mucosas

DIENTES
  • Caries y dientes agrietados o frágiles.
  • Sensibilidad de los dientes al contacto con alimentos fríos, calientes o ácidos

ESTÓMAGO
  • Acidez estomacal
  • Espasmos
  • Dolores estomacales
  • Gastritis
  • Úlceras

INTESTINOS
  • Ardor en el recto
  • Predisposición a las inflamaciones intestinales
  • Decoloración de las heces 

RIÑONES-VEJIGA
  • Irritación y ardor en la vejiga y uretra
  • Cálculos renales y en la vejiga

VÍAS RESPIRATORIAS
  • Sensibilidad de las vías respiratorias al frío
  • Frecuentes resfriados
  • Bronquitis
  • Sinusitis
  • Anginas
  • Hipertrofia de las amígdalas
  • Tendencia a las alergias
  • Tos y garganta áspera por irritación de ésta

PIEL
  • Sudor ácido
  • Piel seca e irritaciones.
  • Grietas entre los dedos y alrededor de las uñas
  • Micosis
  • Granos
  • Eczemas diversos

UÑAS
  • Las uñas se adelgazan, se parten y se quiebran con facilidad
  • Estrías y manchas blancas

MÚSCULOS
  • Calambres y espasmos
  • Tendencia a la tetania
  • Lumbago
  • Tortícolis

SISTEMA ÓSEO Y ARTICULAR
  • Desmineralización de los huesos: osteoporosis, osteomalacia y raquitismo
  • Fracturas y lentitud en su consolidación
  • Crujido de las articulaciones
  • Bloqueo de las vértebras
  • Reumatismo
  • Artrosis
  • Artritis
  • Ciática
  • Hernia discal
  • Dolores articulares migratorios

SISTEMA CIRCULATORIO
  • Hipotensión
  • Mala circulación
  • Extrema sensibilidad al frío
  • Tendencia a la anemia y a las hemorragias
  • Sabañones

GLÁNDULAS ENDOCRINAS
  • Agotamiento e hipofuncionamiento de las glándulas en general, excepto la tiroides, que tiene tendencia a acelerarse

ÓRGANOS GENITALES
  • Inflamación de las vías genitales por los ácidos
  • Se favorecen de infecciones

SISTEMA NERVIOSO
  • Sensibilidad desmesurada al dolor en general
  • Insomnio




     Existen alimentos acidificantes y alcalinizantes. Nuestros nutrientes tienen distintos grados de acidez o alcalinidad.

     El agua pura, que es neutra, tiene un pH 7,07.

     Básicamente, todas las frutas y verduras resultan alcalinizantes. Si bien la fruta tiene un pH bajo (o sea que resulta ácida), debemos evitar una confusión generalizada: no es lo mismo la reacción química de un alimento fuera que dentro del organismo. Cuando el alimento se metaboliza, puede generar una reacción totalmente distinta a su característica original. Es el caso del limón o de la miel. Ambos tienen pH ácido, pero una vez dentro del organismo provocan una reacción alcalina.


     También los minerales juegan un rol importante en el comportamiento acidificante o alcalinizante de los alimentos y nos permiten hacer una elección más consciente. Por lo general resultan acidificantes aquellos alimentos que poseen un alto contenido de azufre, fósforo y cloro. En cambio son alcalinizantes aquellos que contienen buena dosis de: calcio, magnesio, sodio y potasio.


     Es importante conocer aspectos que tienen que ver con la preparación misma de las comidas. Por ejemplo: se ha demostrado que un 40-60% de los elementos minerales y un 95% de las vitaminas y bases se pierden en el agua de cocción de las verduras. Resulta entonces que el alto contenido de bases que poseen las verduras -y que resulta tan útil para el equilibrio sanguíneo- se desvaloriza. De allí la importancia del sistema oriental de cocer las verduras al vapor en cestas de acero o bambú, o sea sin que estén en contacto directo con el agua. También se entiende el alto valor terapéutico de los caldos, que conservan todo el contenido alcalino de las verduras y que resultan tan equilibrantes en enfermos y convalecientes.


     En general los cereales generan desechos ácidos más en el trigo y maíz y menos en la cebada.

   Por su parte las legumbres y semillas son ligeramente acidificantes por su contenido proteico, pero con variedades.

   Los lácteos son elementos acidificantes, la leche fresca sin pasteurizar resulta algo más alcalina. 

  Una forma eficaz de mantener el cuerpo alcalino es consumir agua alcalina, ya que:

  • Evita las fermentaciones (productoras de toxinas) en nuestros intestinos, asociadas a una mala o deficiente calidad de los alimentos.
  • Colabora en los casos de diarrea crónica. El Ministerio de Salud Pública japonés confirmó en 1965 que el agua alcalina tiene un efecto curativo en la indigestión, la diarrea crónica, las enfermedades del estómago e intestino y el estreñimiento.
  • Favorece la digestión de los alimentos.
  • Neutraliza la hiperacidez gástrica, origen de gastritis y úlceras gastroduodenales.
  • Atraviesa más fácilmente las paredes celulares, favoreciendo la alimentación de las células y la eliminación de sustancias residuales en su metabolismo.
  • Combate la acidez orgánica ocasionada tanto por la "comida basura" como por las dietas ricas en carne y productos refinados.
  • A medio plazo, los beneficios de beber agua alcalina se traducen en la prevención de gran número de dolencias: diabetes, asma bronquial, dermatitis, hepatitis, artritis reumatoide, colesterol alto, insomnio, obesidad, dolores de espalda, neuralgias, enfermedades del climaterio, hemorroides, y un largo etcétera.

UNA RECETA SENCILLA PARA OBTENER AGUA ALCALINA ES:
A UN VASO CON AGUA AGREGAR UNA PIZACA DE BICARBONATO DE SODIO Y EL ZUMO DE 1/2 LIMÓN, TOMAR INMEDIATAMENTE

REALIZAR ESTO 3 VECES AL DÍA Y OTRAS 4 VECES SIN AGREGAR EL BICARBONATO DE SODIO (SOLO 1/2 LIMÓN) DURANTE UNA SEMANA 

DESCANSAR 2 SEMANAS TOMANDO AGUA NORMAL (SIN CLORO)


sábado, 4 de mayo de 2013

Restauración Bioenergética



La Restauración Bioenergética (RB), conocida también como “La Nueva Acupuntura", es un método no invasivo (acupuntura sin agujas) que trabaja por frecuencias.

En lugar de agujas utiliza pequeños fragmentos de cuarzo montados en un autoadhesivo, que se aplican superficialmente en la piel sobre los puntos de Acupuntura.

Estos pequeños cristales de cuarzo han sido previamente programados, por lo que a las propiedades inherentes de modular las energías propias del cuarzo, se añade la vibración que se les ha introducido, de manera que el cuarzo sirve de vehículo o soporte transmisor. 

La RB consiste, por tanto, en la aplicación de estos pequeños fragmentos de cuarzo previamente sometidos a dos vibraciones determinadas, máxima y mínima (en términos de Medicina Tradicional China, Yin y Yang) que, al aplicarlos sobre la piel reproducen dicha frecuencia haciendo resonar a los puntos de acupuntura.

En los  procesos de adaptación al medio externo que realiza nuestro organismo contra las perturbaciones medioambientales, los disturbios psíquicos o emocionales y los errores dietéticos se originan desequilibrios a nivel de los diferentes meridianos, los cuales deben estar regulados. La RB restablece de nuevo el equilibrio en estos canales, con la aplicación de los fragmentos de cuarzo.

Basándose en la Kinesiología Holística, se determina sobre qué puntos es necesario actuar y con qué frecuencia, dependiendo del motivo de consulta del usuario. De esta forma se individualizan las soluciones, ya que los diferentes casos no son iguales, y hay que detenerse a pensar, a razonar, a renovar, y a no aplicar formulas memorizadas. A descubrir la etiología y desde un punto de vista global, efectuar un examen de fondo, no un mero e incompleto procedimiento sintomático o paliativo.

Con RB se realiza un tratamiento holístico, ya que se entiende al ser humano como un todo, sin diferenciar la mente del cuerpo, lo físico de lo emocional. 

El protocolo que se utiliza en RB, es muy versátil y permite que, siguiendo sus pasos, se avance en el estudio personal y exclusivo del usuario y sus circunstancias, mediante el testeo de 168 “filtros”, en donde se observa la respuesta del organismo a diferentes estresores, constituidos por variedad de sustancias; abordando las reacciones indeseables a las influencias telúricas, de parásitos, de alimentos, de alérgenos, de neurotransmisores modificados; y aportando soluciones dentro del ámbito de la Medicina Tradicional China, realizando una corrección de los desequilibrios encontrados y que aparentemente no veríamos directamente relacionados con el problema consultado, sin este testeo esclarecedor. Así, con RB se cubre un doble objetivo: por un lado conseguimos un examen completo, y por otro lado existe una función equilibradora.

En RB se disponen de varios protocolos, dependiendo del problema a consultar y las agresiones que sufren de una forma constante. 

El trabajo en RB comienza con la realización de un testaje, descubriendo las deficiencias o desequilibrios del organismo bajo la perspectiva de la Medicina Tradicional China, pero incorporando también muchos conceptos de carácter fisiológico, inmunitario, bioquímico… 

En un segundo momento se pasa al tratamiento, donde se unifican la acción primordial de los restauradores (fragmentos de cuarzo), como elementos que reequilibran el sistema, junto con la acción de medidas higiénico dietéticas, también todo ello bajo testaje y valorando qué puede ser lo más prioritario y beneficioso para ese individuo en ese momento concreto.

La Restauración Bioenergética comprueba al organismo en su totalidad de una manera sencilla segura y no invasiva. Están sobradamente probados y contrastados sus resultados en los más de diecisiete años en que se está utilizando.

Está indicada para cualquier tipo de desequilibrio, entre los que destacan:

  • Trastornos del estado de ánimo (estrés, ansiedad, depresión...)
  • Adicciones (comida, tabaco, alcohol...)
  • Dolores músculo esqueléticos (lumbago, cervicalgias, ciática, hernias discales...)
  • Problemas respiratorios (bronquitis, enfermedades pulmonares, insuficiencia respiratoria, asma...)
  • Trastornos digestivos y endocrinos (obesidad, parásitos, estreñimiento, hemorroides, colitis ulcerosa, colon irritable, hiper e hipotiroidismo, ...)
  • Y en cualquier otra sintomatología que merme la calidad de vida de las personas.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Terapia Craneo-Sacral




      La Terapia Craneo-Sacral (TCS) es una técnica manual suave y profunda, desarrollada por el osteópata estadounidense Dr. William G. Sutherland a comienzos del siglo XX.
Es una técnica derivada de la osteopatía que trabaja con las manos para evaluar y estimular el funcionamiento del sistema cráneo-sacral de nuestro cuerpo.
El sistema cráneo-sacral se compone de las meninges y el líquido cefalorraquídeo que rodean y protegen el encéfalo y la médula espinal. Todo este sistema se extiende por los huesos del cráneo, la cara, la boca, y desde el cráneo continúa por toda la columna vertebral hasta llegar al sacro, y se transmite también a todos los órganos y tejidos corporales.
El ritmo del sistema cráneo-sacral se puede sentir tan claramente como los ritmos cardio-vascular y respiratorio, pero a diferencia de los otros ritmos, el ritmo cráneo-sacral (RCS) se puede evaluar y corregir a través de la palpación. La potencia y calidad con que emerge y se transmite este ritmo a todo el organismo determina su estado de salud y vitalidad de la persona.
En respuesta a golpes físicos, malas posturas prolongadas, sobreesfuerzos, tensiones, problemas emocionales, etc., los tejidos del cuerpo se contraen. En ocasiones, esta contracción (sobre todo si el golpe ha sido fuerte o el trauma emocional intenso) queda contenida en el cuerpo, limitando su buen funcionamiento, y creando restricciones que provocan problemas que pueden incluso durar años. 
Durante la sesión el usuario siente el contacto ligero de las manos del naturópata entrenado en “escuchar” los movimientos sutiles del cuerpo, sus ritmos, pulsaciones y patrones de congestión y resistencia. Esta “escucha” proporciona información importante sobre el funcionamiento de la persona en su totalidad.
En la TCS se realizan manipulaciones muy ligeras sobre el cráneo y el resto del cuerpo que mejoran el equilibrio y la funcionalidad del sistema nervioso central, del sistema nervioso autónomo y del sistema hormonal, causando una relajación muy profunda que permite llegar a lo más profundo y mejorar la organización del cuerpo desde dentro.  Así se complementa el proceso de sanación natural del cuerpo y además crea resistencia a enfermedades, por lo que también es usada como una medida de prevención.
Cuando se liberan las tensiones, se libera también la energía que antes se utilizaba para mantener la contracción. Por lo tanto, uno de los beneficios de esta técnica es aumentar nuestro nivel de energía.
La TCS es tan suave y segura que resulta apropiada para personas de todas las edades, desde ancianos hasta niños y bebés, así como durante el embarazo y postparto, después de una operación, un accidente o en condiciones de fragilidad. Al tratarse de una terapia holística, puede ayudar a las personas con casi cualquier condición, incrementando su vitalidad y permitiendo utilizar sus propios recursos de autocuración. 
La TCS trata todo tipo de dolencias, pero, sobre todo aquellas producidas por el exceso de tensión muscular o anomalías óseas. Es muy efectivo en casos de migraña, al trabajar principalmente sobre el cráneo, los dolores de espalda, pues también se trata la columna, así como lumbalgias, ciatalgias, etc.
En casos de personas con problemas psiquiátricos da muy buenos resultados, pues es una terapia muy relajante.
La sanación no solo se produce a nivel físico, sino también emocional. Se consigue estar mas receptivo con el propio cuerpo, a identificar mejor los mensajes que envía, sobre todo en circunstancias de la vida que nos provocan estrés y ansiedad, como toma de decisiones pendientes, situaciones que no podemos controlar y debemos aceptar…
Además de ayudar al crecimiento personal confrontando al usuario con sus patrones de conducta y dándole herramientas que le permitan modificarlos, esta técnica ofrece buenos resultados también para problemas inflamatorios, de alergias, dolores de tipo nervioso como migrañas, jaquecas, enfermedades psicosomáticas como neurosis, ansiedad, depresión, dolores crónicos, fibromialgia…
Estos son, entre otros muchos, algunos de los problemas de salud más comunes de los que puede beneficiarse con la Terapia Craneo-Sacral:

  • Dolores de cabeza y migrañas
  • Dolores de cuello y espalda
  • Problemas motores y de coordinación
  • Desórdenes del sistema nervioso central
  • Escoliosis, desórdenes provocados por ortodoncia
  • Fatiga y dolor muscular, problemas del tejido conectivo
  • Síndrome de articulación temporomandíbular (ATM)
  • Desórdenes neurovasculares o del sistema inmunológico
  • Desórdenes causados por estrés post-traumático
  • Traumas post-cirugías
  • Problemas articulares y óseos (hernias, dolores de espalda, ciática...)
  • Lesiones articulares o musculares por deporte
  • Desórdenes infantiles: problemas de lenguaje, déficit de atención, hiperactividad
  • Problemas de aprendizaje
  • Fatiga crónica
  • Fibromialgia
  • Dificultad emocional, emociones suprimidas
  • Problemas relacionados con estrés y tensión
  • Ansiedad
  • Autismo
  • Depresión
  • Problemas digestivos
  • Hiper e hipotiroidismo